Bajo el neón, todas las pieles son iguales.

Los mexicanos tienen diferentes colores de piel pero las campañas publicitarias solo muestran personas con rasgos europeos.

La publicidad es racista.

Lo queramos o no, la publicidad no solo es un reflejo de la sociedad, también retroalimenta y reafirma estereotipos.

Una práctica muy común de la industria son las campañas “aspiracionales”, que al usar elementos de niveles socioeconómicos mayores quieren hacer sentir a sus consumidores que al comprar adquieren.

Esto reafirma el estereotipo de que solo los blancos de rasgos europeos son los profesionistas o empresarios exitosos que usan artículos de lujo y cumplen los estándares de belleza.

Por otro lado, las personas de diferentes colores de piel o rasgos (indígenas y afrodescendientes) se omiten “por no ser aspiracionales” o se relegan a campañas de caridad, gubernamentales o representando los más bajos niveles socioeconómicos.

Entre más clara u oscura es tu piel, ganas más o menos.

El color de piel incrementa o reduce las oportunidades de las personas.

La capacidad de soñar de los niños está relacionada en cómo se identifican con los modelos a seguir, quienes se parecen más a ellos, hasta la diferencia de trato que reciben las personas por su color de piel que puede materializarse en diferentes tipos de violencia.

Todos compartimos la responsabilidad.

El color de piel puede incrementar o reducir las oportunidades de las personas, desde los modelos a seguir de los niños, hasta la diferencia de trato que reciben las personas por su color de piel que puede materializarse en diferentes tipos de violencia.